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LA AUTORIDAD DE DIOS EN LA IGLESIA LOCAL

LA AUTORIDAD DE DIOS EN LA IGLESIA LOCAL

LA AUTORIDAD DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS

Probablemente la palabra más aborrecida hoy del lenguaje humano sea la palabra “obedecer.” ¡Una palabra de ocho letras!

Los seres humanos por naturaleza nacen rebeldes, aunque tiempo atrás los padres solían disciplinar a sus hijos de acuerdo a la Biblia y los transformaban en hijos obedientes a pesar de su rebelde naturaleza. En otros países del mundo los padres aun lo siguen haciendo.

A través de toda la Biblia Dios condena a los que se rebelan contra Dios o contra Sus representantes autorizados.

1 Samuel 15:19-23 es un ejemplo de la ira de Dios sobre el rey Saul por su desobediencia a Dios y al profeta de Dios, Samuel.

Dios tiene cuatro niveles o áreas de autoridad, y demanda sean respetadas por medio de la obediencia en nuestras vida diaria. Desobedecer cualquiera de ellas, es desobedecer a Dios.

Por otra parte, si obedecemos a Dios, estaremos obedeciedo a Sus representates en las siguientes cuatro áreas:

1. Los miembros de la Iglesia deben obedecer a su pastor.

2. Las esposas deben obedecer a sus esposo.

3. Los hijos deben obedecer a sus padres.

4. El pueblo debe obedecer a su gobierno.

Esta es la Ley de Dios.

Existe una sola excepción a esta Ley, y es cuando uno de estos ya mencionados intenta hacernos desobedecer a Dios. Debemos ser obedientes en todas las cosas que nos digan, asi como cuando obedecemos a Dios, Hechos 5:29.

LOS PASTORES DEBEN SER OBEDECIDOS

A donde quiera que vaya, usted encontrará gente de toda condición que saben (o creen saber) ¡cuál es el trabajo del predicador! Hasta un endurecido criminal en la cárcel o un borracho de barrio arrogantemente le dirá que es lo debe hacer el predicador. Pero pregúnteles, o a un cristiano promedio, cuál es su responsabilidad hacia el pastor y se quedarán con los ojos en blanco. Si usted les dice que la Biblia les manda “obedecer” a su pastor, ¡la mayoría se le “echará” encima!

El cristiano común, incluyendo niños y adolecentes, ¡creen que su deber es criticar, encontrar fallas, y decirle al pastor en qué consiste su trabajo y cómo hacerlo.

Pregunta, ¿Obedecerá el miembro común de una iglesia a su pastor? La respuesta es un dogmático, ¡Nunca! Sin embargo, Dios nos manda hacerlo, y cualquiera que se niegue, ¡estará desobedeciendo a Dios! Hebreos 13:17.

Alguien puede preguntar, ¿Y qué del sacerdocio del creyente? ¿Qué no todos tenemos igual acceso a Dios? Ciertamente si, y Dios nos manda obedecer a Su líder designado, el pastor. Pero, ¿y si el pastor se equivoca? Dios nos manda estudiar la Biblia con atención. Si el pastor tratara de hacer que la gente vaya contra la Palabra de Dios, los cristianos discretamente deben alejarse del pastor, y dejará que el Señor trate con él. Pero nadie debe hacerle daño a él o a la Iglesia, Salmo 105:15.

Algunos se jactan de que, le “han dicho al pastor sus verdades,” o que, le “han dado una buena regañada al pastor,” o que, “rápidamente le han dicho al pastor cuando no están de acuerdo con él.” Semejante actitud es abominación a Dios y será severamente castigada.

¿Y qué si la congregación está en desacuerdo con el pastor y la Biblia no es muy clara en el asunto, que sea sólo una cuestión de diferencia de opinión? Entonces, la congregación debe seguir el criterio del pastor y no la suya. ¿Y si el pastor está equivocado? Entonces el pastor será castigado por el Señor por su mala guianza y Dios recompensará a la congregación por ser obedientes seguidores. Asi, no hay forma que pierda la congregació, pues Dios juzga severamente más a los pastores que a los miembros, Santiago 3:1.

No solo es un pecado terrible para el miembro de la iglesia ser desagradable y desobedecer al pastor, sino que Dios nos manda dar “doble honor” al pastor (como se le da a cualquier otro ser humano), 1 Timoteo 5:17. Si la congregación obedeciera a Dios en esta materia, se resolverían no solo la mayoría de los problemas en la iglesia, ¡también muchos de los problemas en el hogar y en el gobierno!

¿QUÉ DE LOS DIACONOS?

La Biblia no enseña cosas como “Junta de Díaconos.” En la Iglesia Bautista promedio, el más poderoso líder humano no es el el pastor, el unjido de Dios, sino el “presidente” de los díaconos (¡o su esposa!), una posición de la que no existe ni una sola mención en la Palabra de Dios.

Solo Dios puede medir el dolor y angustia que el pastor sufre por causa de los díaconos “mandamases”, esposas de díaconos, “presidentes” de díaconos, etc. Cuando esta gente se pare delante de Dios, ellos y el mundo entero mirarán los impactantes resultados de su negativa de hacer como el Señor mandó, ¡obedecer a su pastor!

La palabra “díacono” significa, “siervo,” el que trabaja. Nunca significó “jefe del pastor,” consejero del pastor, etc. Siempre ha sido el siervo que trabaja en la iglesia, que toma órdenes del pastor. Todos los obreros de la Iglesia en días del Nuevo Testamento son llamados díaconos, inclusive a las mujeres, Romanos 16:1.

En la Biblia nunca leemos que se organizaran en juntas directivas, nunca tuvieron un presidente, nunca se opusieron al pastor.

Los que sienten que Dios no puede controlar a Sus predicadores y que ellos deben controlar a los pastores por Él, harían bién en estudiar con atención la experiencia de Coré y los tres hombres que encabezaron una rebelión contra Moisés, Números 16. Ellos habían tenido reuniones secretas, persuadido a 250 hombres de renombre para que se les unieran contra Moisés, y acusaron a Moisés de ser un dictador sobre el pueblo de Dios. La ira de Dios fue tan severa sobre ellos que envió a los cuatro líderes vivos al Infierno (eso demuestra que no eran salvos), Él mató a los otros 250 con fuego, ¡y mató con una plaga a 14,000 mas simpatizadores!

Dios habló en serio cuando mandó, “No toquéis...a mis unjidos.” Salmo 105:15


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