top of page

LA ORACION, ¡APOYO DE SU IGLESIA!

LA ORACION, ¡APOYO DE SU IGLESIA!

PECADO DE OMISION

Un pecado notable en el cristiano común es ignorar la oración (y el estudio de la Biblia). Este pecado inclusive es más dañino cuando se relaciona con la iglesia.

A menos que una persona apoye a su iglesia con sus oraciones diarias, fervientes, y sinceras, carecerá de valor cualquier otro apoyo que le brinde.

Y, una persona se da a conocer al mundo por medio de su conducta, si está o no orando diariamente. O sea, la persona que con frecuencia falta a su iglesia estará diciendo que no está orando por su iglesia. Cualquiera que ora por su iglesia diariamente estará ahí en todo momento que sus puertas estén abiertas, y nadie podrá impedírselo.

Además, el que ora diariamente por su iglesia intenta ver cuánto (diezmos y ofrendas) puede dar, no lo menos que pueda dar. Un cristiano bíblico que se rehusa a dar sus diezmos, que se enoja cuando se menciona el tema del dinero para la iglesia, que falta a la iglesia para visitar a sus amigos, que se va a pescar o acampar en el Día del Señor, que ignora su propia iglesia para visitar otra, el tal cristiano estará revelando el hecho de que no ama a su propia iglesia y por lo tanto no está orando por ella.

El Señor Jesús dijo que su corazón estará donde esté su tesoro, y si usted ora diariamente por su iglesia su tesoro estará ahí y también estara usted ahí en todos los servicios a menos que el Señor lo retire!

Luego también, si usted ora diariamente por su iglesia, ¡usted no tendrá que preguntar si el diezmo de Dios debe ir a la Iglesia local o a alguna otra parte! La clave para una membresía de una iglesia responsable es hacer que sus miembros oren diariamente por su iglesia. ¿Lo hace usted?

NUESTROS LIDERES NECESITAN NUESTRAS ORACIONES

Santiago 3:1 dice que los maestros-líderes serán juzgados más severamente que sus pupilos. Una razón de ello es porque los líderes tienen más influencia que sus seguidores, para bién o para mal. Por consiguiente, no solamente son juzgados más severamente por Dios, sino que también tendrán que sufrir el aguijón y la mordedura de la crítica inmisericorde en esta vida.

No solo son líderes hechos de la misma carne pecaminosa como todos los demás, sino que son atacados mucho más perversamente por el diablo que los seguidores, porque él sabe que si puede arruinar a un líder, habrá hecho más daño a la Obra de Dios que si arruinara a un seguidor.

Cualquier líder hará un mucho mejor trabajo si sabe que su pueblo le ama y está orando diariamente por él. Algunos de los fracasos en los líderes de la iglesia no sucederían si el pueblo orara por ellos como debiera, en vez de criticarlos y oponerse a ellos.

Es muy cierto que los miembros de la iglesia participan y tienen parte del éxito o fracaso de sus

líderes. Dios nos ha mandado orar por nuestros líderes, 1 Timoteo 2:1-3. ¡No podemos orar y oponernos o criticarlos!

DEBEMOS ORAR POR LA ORGANIZACION DE LA IGLESIA

Colosenses 1:9-11. ¿Cuánto tiempo pasa usted cada domingo orando por los servicios de predicación? No importa cuán bueno sea el predicador, ¡nunca recibirá la bendición que debiera si usted no ora por los servicios! Si la gente pasara tanto tiempo orando por el predicador como lo pasan arreglándose a sí mismos para alistarse, ¡cada domingo habría un avivamiento! Cierta mujer dijo, “Nunca he oído un mal sermón cada vez que oro por el predicador.”

Uno de los puntos más cruciales de un sermón es la invitación, y el diablo hará su máximo esfuerzo para distraer a los pecadores. Con frecuencia Satanás usa a los indiferentes miembros de la iglesia haciéndoles tomar sus abrigos, mirando sus relojes, arreglándose las ropas, etc., justamente cuando se hace la invitación a los pecadores de rendir su corazón al Señor Jesucristo! Durante la invitación el pueblo de Dios debiera mostrar su apoyo al mensaje de Dios estando extra pendiente de los demás, redoblando sus esfuerzos para orar, y esperando con ansia apasionantes resultados en la cosecha de Dios.

Cuando los miembros de la iglesia muestran una impaciencia durante el sermón, y especialmente durante la invitación, manifiestan que no están orando por el predicador, y hacen que la gente inconversa se pregunte si los miembros verdaderamente creen el mensaje del predicador. O sea, los inconversos se ven forzados a pensar, “Si estos cristianos no creen lo que el predicador está diciendo, ¿por qué debo hacerlo yo?” Pero, si el inconverso ve a los miembros de la iglesia escuchando en actitud de oración, ellos estarán más convencidos por el Espíritu Santo de su necesidad de ser salvos.

¿Que le parece? ¿Algunan vez ha orado usted por la Escuela Dominical? ¿Por el ministerio de autobus? ¿Por el coro? ¿Y por los niños de la iglesia? ¿Alguna vez ha orado usted por los hermanos en todas estas posiciones dentro de la organización de la Iglesia? ¿Por el jardín de niños? ¿Por el Boletín de la Iglesia?

LA MAS GRANDE NECESIDAD DE ORACION

Probablemente todas las iglesias de todas las denominaciones alientan las oraciones por sus miembros, especialmente cuando están en problemas o enfermos. Pero es muy inusual para una iglesia tener una oración por una alma perdida.

Puesto que cada iglesia y cada departamento de cada iglesia debiera estar preparada para ganar almas (como vimos en una reciente lección), significa entonces que Dios quiere que pasemos más tiempo orando por las almas inconversas que por todas las otras necesidades juntas.

O sea, debemos orar que todos los departamentos de nuestra iglesia ganarán al perdido para Cristo; que el perdido será salvo en y a través de los varios ministerios de nuestra iglesia.

Un día el Señor Jesús vió a la multitud de gente perdida, perdió su deseo por la comida y dijo, “A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a sus mies,” Mateo 9:37-38.


Archivo Biblico
bottom of page