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NUESTRO FIEL AMOR A LA IGLESIA

NUESTRO FIEL AMOR A LA IGLESIA

¿POR QUE SE DEBE IR A LA IGLESIA?

Si preguntamos a la gente por qué vamos a la iglesia, obtendremos varias razones:

para adorar al Señor Jesús;

para tener compañerismo con los hijos de Dios;

para cantar alabanzas al Señor y orar;

para estudiar Su Palabra;

para traer nuestros diezmos y ofrendas;

para animarnos unos a otros en la fe, etc.

Todas estas razones son verdaderas, hasta cierto punto,m pero no son la razón principal. Vamos a la iglesia, por encima de todas la cosas, para poder llevar a cabo La Gran Comisión del Señor Jesús.

Generalmente todas las otras razones dadas son solo medios para poder ganar almas. Si una Iglesia no está entregada a salvar a los perdidos, ¡ninguna de estas “razones” para asistir a la Iglesia hacen diferencia alguna para con Dios!

A menos que la gente y las iglesias estén haciendo todo esfuerzo para llevar el Evangelio a los perdidos, su adoración será una farsa, sus estudios bíblicos incompletos, sus compañerismos vacíos, sus alabanzas a Dios una simulación, etc.

Por consiguiente, la primera razón para nosotros ir a la iglesia es para ¡llevar cabo la Gran Comisión de nuestro Señor Jesús! Y para una persona decir que puede obedecer la Gran Comisión de nuestro Salvador (llevar el plan de salvación a la gente) ¡tanto en casa como en la iglesia no es más que blasfemia!

Aflige a Dios cuando la gente dice que no va a la iglesia pero que se queda en casa para oir al predicador en la televisión, en la radio. (Obvio, esto no aplica a enfermos), Mateo 28:19-20.

LEVANTANDO UNA IGLESIA

Cuando alguien dice no pertenecer ni asistir a alguna iglesia en particular, pero que “va a todas,” hace tanto sentido como el que dice no pertenecer a una mujer en particular, ¡pero las visita a todas!

¡Algunas gentes cambian de iglesia tantas veces como las prostitutas de Hollywood de esposo! ¡Cierta familia ha cambiado de iglesia ocho veces en tan solo diez años! Cambiar de iglesia debiera ser más importante que cambiar de trabajo o mudarse de comunidad. El cristiano debiera darle la misma consideración asi como el pastor cuando cambia de iglesia. (Aunque algunos pastores resultan culpables de seguir caprichos personales antes que seguir al Señor Jesús.)

Se necesita mucho esfuerzo y dedicación para levantar una iglesia para Cristo como el que se necesita para levantar una familia cristiana. Dios quiere que nuestras vidas mismas sean edificadas dentro de la iglesia.

Debemos amar la iglesia, apoyarla, ser fiel a ella, y ser paciente con sus fallas (reales o imagina-

rias), asi como lo somos con las de nuestras propias familias. Algunas veces la gente pregunta que debe venir primero, ¿el hogar o la iglesia? Si una persona está poniendo verdaderamente al Señor Jesús, ¡no descuidará ni su casa ni su iglesia!

Necesitamos del hogar para nuestras necesidades físicas y emocionales, y necesitamos de la iglesia para nuestras necesidades espirituales. Una persona que ignora la iglesia maltratará a su familia. Sin excepción alguna. Y asi como una persona no puede ser emocionalmente feliz si anda de familia en familia, también asi será para él imposible ser obediente al Señor Jesús y ser asi espiritualmente feliz si anda de iglesia en iglesia.

La felicidad de una persona tanto en su hogar como en su iglesia depende de cuánto se dé sí mismo a ellos y no cuánto reciba de ellos. Ninguna familia estará completa sin la iglesia. Y es por la directa predicación de la Palabra de Dios y de salvar las almas que las familias se consolidan.

CUANDO PODEMOS CAMBIAR DE IGLESIA

Todas las “razones” que da la gente para abandonar una iglesia e ir a otra son del diablo a menos que haya una dirección inequívoca, basada en la Biblia, del Señor Jesús.

Dios espera que una Iglesia que predicia fielmente el Evangelio, gana a las almas perdidas para Cristo, que toma una postura positiva contra el pecado, la mundanalidad, etc., reciba un apoyo absoluto de todos sus miembros a pesar de todas sus pequeñas diferencias.

Dice Dios, “pero si andamos en luz (obedecer al Señor Jesús) . . . tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” 1 Juan 1:7. Cuando el compañerismo entre dos cristianos (aun si es entre esposo y esposa) se rompe siempre será porque uno, o los dos, ¡está desobedeciendo al Señor Jesús! ¡Cuando dos o más cristianos están rendidos a Cristo siempre tendrán compañerismo juntos!

Generalmente cuando la gente abandona una iglesia por otra es debido al compañerismo roto entre sus miembros por el pecado contra el Señor Jesús. “Hirieron sus sentimientos... No le gustó el sermón del pastor... No pudo salirse con la suya... El pastor no le visitaba, etc.”

La única vez en que un miembro puede dejar una iglesia bíblica, ganadora de almas es cuando Dios le está guiando para hacer algún trabajo en alguna otra parte.

Por otro lado Dios manda a los cristianos que creen en la Biblia y que son ganadores de almas dejar a estas iglesias que comprometen la Palabra de Dios y descuidan el ganar almas. Es pecado tanto para un hijo de Dios quedarse en una iglesia comprometida como el “tener heridos sus sentimientos” e irse de una iglesia que obedece la Biblia.

Cuando alguien deja una iglesia para trabajar para Cristo en otra parte, debe hacer todo esfuerzo para que su partida no lesione a la iglesia. Por otro lado, si abandona una iglesia que no predica la Biblia, debe hacerlo con el espíritu de lastimar a la iglesia o al pastor.

La iglesia es siempre el lugar de Dios para corregir o castigar a un pastor o a una iglesia desobediente. También, Dios espera que nosotros seamos fieles a nuestra iglesia.

Debemos ser más fieles a nuestra iglesia que a nuestro trabajo secular. ¡Usted no va faltar a su trabajo solo para visitar otro! ¡Ni debiera faltar a la iglesia de la misma manera!


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